Estética y Turismo II

La plataforma Civitas Mérida denuncia el estado lamentable de los alrededores del Teatro Romano y del Museo Nacional de Arte Romano a las puertas de la 60º Edición del Festival Internacional de Teatro Clásico.

Como hemos denunciado en numerosas ocasiones los alrededores del Teatro presentan una imagen indigna de una ciudad Patrimonio de la Humanidad. La plaza Margarita Xirgu lleva más de un año sin adecentar y los solares del antiguo cuartel de la guardia civil y cuartel de los militares dan una imagen de dejadez, desidia con basura y maleza en algunos casos de dos metros de altura, algo totalmente impropio de una ciudad como Mérida.

A esto añadimos la imagen que anualmente el equipo de gobierno del ayuntamiento nos tiene acostumbrados con el cauce del Albarregas al cual cada año hay que perseguir para que limpien, el año pasado a costa del bolsillo de los emeritenses eximiendo a la Confederación Hidrográfica de toda responsabilidad. Todo ello mientras los trenes turísticos procedentes del teatro romano se llevan una imagen pésima del lugar.

También la incapacidad e incompetencia del equipo de gobierno hace que este sin iluminar el Puente Romano a día de hoy y al lamentable estado del Acueducto de San Lázaro con numerosa maleza en la calle Mirandilla.

Solicitamos que de manera inmediata se adecente la Plaza Margarita Xirgu, los solares alrededor del Teatro Romano en el corazón turístico de la ciudad, además que se limpie el cauce del Albarregas por parte de la Confederación y el acueducto de San Lázaro. 

Esta situación se repite año tras año y el año pasado ya propusimos sin respuesta un plan de actuación para estas fechas sensibles a la llegada masiva de turistas, exigimos que se actúe o el concejal responsable del ayuntamiento de Mérida dimita de sus funciones por incompetencia.

Por ello, la Plataforma Civitas Mérida denuncia y exige que se tomen las medidas oportunas, nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad no puede seguir dando esta imagen a las puertas de la 60º Edición del Festival de Teatro Clásico por culpa de unos dirigentes que año tras año permiten que ocurra lo mismo.